El
País ha publicado
reportajes maniqueos sobre América Latina, en los cuales no hay una
pizca de ética, buen hacer o responsabilidad profesional. Tras la
edición de una foto falsa del presidente Chávez y de una
información manipulada, lo menos que podría hacer su dirección, si
le queda algo de dignidad, es producir el cese inmediato de su
responsable de internacional o pedir su dimisión. Pero temo que no
será ese el camino. Dentro de unos días volverá a las andadas. El
País nunca se ha
comprometido con las causas democráticas de América Latina ni lo
hará. Su historia lo demuestra....
Domingo
27 de enero de 2013
El
País,
un mito que se cae
Marcos
Roitman Rosenmann
Hace
ya unas décadas el Grupo Prisa, dueño del periódico El
País,
conglomerado cultural, ideológico y político, que cuenta con
semanarios, editoriales educativas y literarias, periódicos
deportivos, económicos, cadenas de radio y televisión, mantiene una
línea, referente a la realidad latinoamericana, fundada en la
calumnia y la infamia.
La
publicación de una foto falsa del presidente Hugo Chávez entubado y
en estado comatoso, en primera plana, cuyo pie de foto alude al
“secreto
de la enfermedad de Chávez”,
es complementada con una noticia en internacional bajo el titular “La
larga y oscura enfermedad del líder venezolano”.
La decisión de publicarlo no es un hecho aislado. Es una acción de
las muchas que despliegan en todas las redes del grupo. Noticieros,
tertulias, programas de radio, televisión, editoriales
periodísticas, ediciones de libros. Prisa cuenta con un elenco de
académicos, comunicólogos, firmas literarias y personajes del mundo
político que día a día hacen piña y confabulan en crear un
lenguaje de la desestabilización informativa. Amparados en el rumor,
la opinión, las vaguedades, los tópicos y el secreto profesional,
construyen un imaginario en el que confluyen la descalificación, la
tergiversación de los hechos y la manipulación informativa sobre
gobiernos latinoamericanos.
Respecto
a Venezuela son ya años, cuyos equipos dibujan un escenario de caos,
violencia, ingobernabilidad, cuasi guerra civil, donde gobierna un
autócrata. Como dato, sirva el tratamiento de las elecciones
presidenciales de octubre, en el cual aseveraban que las encuestas
daban empate técnico; ahora, remarcando la existencia de un vacío
legal y de poder, al tiempo que hablan del secretismo médico sobre
la enfermedad del presidente Hugo Chávez, tratada de manera obscena
y sin ningún respeto. El que sí tienen cuando informan de la
operación de cadera del rey.
En
cualquier caso, no se trata de columnas de opinión cuyos
colaboradores se ceban en insultos a gobernantes que no son del
agrado de los accionistas del grupo. Es una línea editorial diseñada
estratégicamente para sostener a sus aliados naturales. En México,
Chile, Bolivia, Argentina, Colombia, Venezuela o la población
hispana en Florida. Entre sus habituales invitados se cuentan el ex
presidente de Chile Ricardo Lagos, el español Felipe González, el
uruguayo Julio María Sanguinetti, el costarricense Óscar Arias y
algún hijo de famoso, como Álvaro Vargas Llosa, o ideólogos como
el mexicano Enrique Krauze o el venezolano Teodoro Petkoff. Todos,
sin excepción, liderados por Juan Luis Cebrián, quien fue director
jefe durante la dictadura del diario vespertino del movimiento:
Pueblo,
y posteriormente jefe de informativos de Radio Televisión Española
en la última etapa del franquismo. Su fama le llega al ser nombrado
director del naciente periódico El
País,
matutino abanderado de la reforma política e infatigable defensor de
Adolfo Suárez. Así, oculta su pasado. Hoy, Juan Luis Cebrián
recibe como pago a sus servicios a la monarquía un sillón en la
Real Academia de la Lengua y de paso participa en el grupo
Bilderberg. De gustos refinados, presume de ser un demócrata de toda
la vida. Sin embargo, quienes lo conocen y lo han tratado saben que
es un anticomunista visceral, y me consta de primera mano.
Pero
volvamos a la inmerecida fama del periódico El
País.
En los primeros años de vida fue vocero de la derecha moderna, de
quienes se sumaron a la tarea de reformar el franquismo. Sus avales
fueron viejos falangistas. Dada la censura, la falta de libertad de
expresión, su salida a la calle se tomó como el pistoletazo de
salida a la libertad de prensa. En sus páginas escribieron
destacados periodistas latinoamericanos: Gregorio Selser, poetas y
escritores como Mario Benedetti, Julio Cortázar, Carlos Fuentes o
Gabriel García Márquez. Fue una bocanada de aire fresco. Eran otros
tiempos. La guerra
fría.
El Grupo Prisa contó con ellos para proyectar una imagen hacia el
continente de compromiso con las luchas democráticas en América
Latina. Pronto se diluyó esta visión idílica, al poco tiempo se
produjo la criba. A principios de los años 80 había apartado a los
colaboradores y periodistas comprometidos, demócratas radicales y de
izquierdas. El periódico miró a la derecha latinoamericana. Los
intereses de Telefónica, Repsol, Iberdrola, Endesa, Santander, BBVA,
se convirtieron en sus aliados. España buscaba la segunda
colonización. El Grupo Prisa toma la delantera.
Con
el PSOE en el gobierno, la amistad entre Polanco y Felipe González,
convierte sus páginas en vocero propagandístico de sus políticas.
En los años 90 muchas firmas, desilusionadas por la línea editorial
que toma el periódico, se retiran. Entre otras, Antonio Gala, uno de
los escritores más relevantes del siglo XX en España. Igualmente,
Mario Benedetti decide no escribir más en dicho tabloide, al ver la
deriva neoliberal que asume la dirección tras su polémica con
Vargas Llosa.
El
País
ha publicado reportajes maniqueos sobre América Latina, en los
cuales no hay una pizca de ética, buen hacer o responsabilidad
profesional. Tras la edición de una foto falsa del presidente Chávez
y de una información manipulada, lo menos que podría hacer su
dirección, si le queda algo de dignidad, es producir el cese
inmediato de su responsable de internacional o pedir su dimisión.
Pero temo que no será ese el camino. Dentro de unos días volverá a
las andadas. El
País
nunca se ha comprometido con las causas democráticas de América
Latina ni lo hará. Su historia lo demuestra.
EL
GOBIERNO VENEZOLANO INFORMO QUE EL MANDATARIO CUMPLE UN TRATAMIENTO
COMPLEMENTARIO
“Chávez
superó la grave infección”
El
ministro Villegas informó que pasados 45 días de la operación a la
que debió someterse Chávez, persiste “cierto grado de
insuficiencia respiratoria”. Maduro dijo que el mandatario pasa por
“el mejor momento” del posoperatorio.
“Chávez
se encuentra con una iluminación especial de sus pensamientos”,
dijo Maduro.
El
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, superó la infección
respiratoria grave que padecía, aunque persiste “cierto grado”
de insuficiencia respiratoria y actualmente recibe un tratamiento
sistémico complementario de la operación. Así lo informó desde
Santiago, Chile, el ministro venezolano de Comunicación, Ernesto
Villegas, quien enfatizó que tras la “compleja” intervención
quirúrgica del 11 de diciembre pasado, “la evolución general del
paciente es favorable”.
Villegas
viajó junto al vicepresidente Nicolás Maduro a Chile para asistir a
la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y
la Unión Europea. Más temprano, antes de partir hacia la capital
chilena, Maduro había anunciado que Chávez estaba pasando “el
mejor momento” del difícil posoperatorio. El vicepresidente hizo
la afirmación luego de regresar de La Habana, donde el líder
bolivariano le había enviado un saludo para el pueblo venezolano,
entre otros mensajes.
En
el último mensaje, Villegas señaló que “alcanzada esta evolución
se comenzó a aplicar tratamiento médico sistémico para la
enfermedad de base como complemento a la cirugía del pasado 11 de
diciembre”. El titular de Comunicación recordó que ese día el
jefe de Estado, de 58 años, se sometió a “una compleja
intervención quirúrgica para la extirpación de una lesión maligna
en la pelvis con complicaciones agudas severas”.
Chávez
cumplió 45 días de tratamiento sin aparecer en público y debió
posponerse la toma de posesión de su nuevo mandato, fechada el 10 de
enero de acuerdo a la Constitución. El ministro de Comunicación
indicó además que “se continuarán realizando al presidente
Chávez análisis complementarios de laboratorio e imagenológicos
para el seguimiento estricto de la evolución del paciente”. Y que
el mandatario siempre estuvo activo en el proceso de recuperación,
que aún continúa. Villegas dijo que Chávez ha estado “ejerciendo
su liderazgo con la toma de decisiones de política interna y
externa”.
En
el mismo sentido, Maduro había informado en horas de la madrugada
que Chávez le había enviado varios mensajes y había tomado
decisiones sobre distintos temas de gobierno. Además, reveló que el
4 de febrero próximo el oficialista Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV) realizará una gran marcha de apoyo al mandatario,
en coincidencia con un nuevo aniversario de la rebelión bolivariana
encabezada por Chávez en 1992. “El comandante se encuentra en el
mejor momento que lo hayamos visto de todos estos días de lucha y de
batalla”, había asegurado Maduro. “Se encuentra con una
iluminación especial de sus pensamientos, en el manejo de todos los
asuntos que trabajamos a través de documentos, a través de
conversaciones de la información; como siempre, meditando, esto sin
apartarse de sus tratamientos”, sostuvo.
El
vicepresidente aseguró que el líder venezolano pidió “seguir
enfrentando la mentira de la derecha internacional con la verdad
permanente” al calificar de “vergüenza” la falsa fotografía
sobre él publicada por el diario español El País. En el comunicado
que leyó el ministro Villegas, también hizo referencia a la
publicación de la imagen de un hombre entubado en la cama de un
hospital. “El gobierno bolivariano deplora una vez más la
canallesca conducta de cierta prensa comercial, particularmente los
diarios españoles El País y ABC y sus liliputienses altavoces en
Venezuela, que en su afán de la mentira han violentado todo límite
ético y moral para denigrar al comandante Chávez.” El diario El
País anticipó que en la edición de hoy habrá mayores detalles de
lo que califica como “una de las mayores equivocaciones de su
historia”