In piena attuazione dell'accordo di pace tra il Governo colombiano e le
FARC-EP, muore assassinato un dirigente ogni due giorni. Solo nel 2017, per
mano l'intervento del paramilitarismo sono caduti 30 referenti sociali.
L'analista di politica internazionale, Carlos Aznárez ha assicurato che
"né al governo di Juan Manuel Santos, né all'opposizione comandata da
Álvaro Uribe Vélez interessa la pace."
Nei poco più di due mesi che sono trascorsi del 2017, sono già 30 i
dirigenti assassinati in Colombia. Le cifre indicano che in soli 14 mesi sono
stati assassinati 120 referenti sociali, dirigenti contadini, politici e dei
diritti umani.
Tutti questi crimini sono successi sotto lo sguardo indifferente del
governo di Juan Manuel Santos ed in mezzo all’attuazione dell'accordo di pace
con le Forze armate Rivoluzionarie della Colombia Esercito del Popolo
(FARC-EP).
Molti ricordano ancora che nella decade degli ottanta si realizzò un
processo di pace in Colombia che impose ai membri della guerriglia che lasciassero le armi e si sommassero alla vita politica. In quel momento, gli ex
guerriglieri crearono il partito Unione Patriottica (UP) e nelle elezioni del
1986 ottennero quattordici incarichi parlamentari, diciassette deputati
provinciali e 135 consiglieri comunali. La risposta della destra ed i suoi
gruppi paramilitari fu sanguinaria. In breve tempo, più di 5 mila membri
dell'UP furono assassinati, tra essi due candidati a presidente: Jaime Bruno e
Bernardo Jaramillo.
Due domande galleggiano nell'aria: Che sicurezza può garantire il Governo
ai guerriglieri quando si reinseriscano nella vita politica, se in questo
momento ogni due giorni assassinano un dirigente? Fino a quando il governo del
premio Nobel della Pace, Juan Manuel Santos, guarderà da un'altra parte davanti
ad ogni crimine del paramilitarismo?
Il giornalista ed analista di politica internazionale, Carlos Aznárez ha
segnalato a Politica & Media che "quello che realmente succede è che
né al governo di Juan Manuel Santos, né all'opposizione comandata per Álvaro
Uribe Vélez interessa lla pace. [..] Aznárez ha sottolineato che "un altro tema
chiave è il paramilitarismo. Il governo di Santos non sta facendo niente per
evitare le azioni del paramilitarismo, le minacce di morte e gli assassini.
Quello che fu firmato all’ L'Avana può rimanere in carta bagnata se ciò
continua così. Le FARC-EP hanno dimostrato la loro volontà di pace, ma lo Stato
no e, ovviamente, il settore che ha dimostrato che non l'ha è l'uribismo."
Infine, Aznárez affermò che "affinché un accordo di pace funzioni
bisogna avere la gente per strada tutti i giorni. La cosa unica che può
sostituire le armi è la mobilitazione popolare.
original en español :
Por Héctor Bernardo / Política & Medios / Resumen Latinoamericano/ 17 de Marzo 2017 .-
En plena implementación del acuerdo de
paz entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP, muere asesinado un dirigente
cada dos días. Solo en 2017, cayeron a manos del paramilitarismo 30 referentes
sociales. El analista de política internacional, Carlos Aznárez aseguró que “ni
al gobierno de Juan Manuel Santos, ni a la oposición comandada por Álvaro Uribe Vélez les interesa la paz”.
En poco más de dos meses que han
transcurrido de 2017, ya son 30 los dirigentes asesinados en Colombia. Las
cifras indican que en solo 14 meses se asesinaron a 120 referentes sociales,
dirigentes campesinos, políticos y de derechos humanos.
Todos estos crímenes han ocurrido bajo
la mirada indiferente del gobierno de Juan Manuel Santos y en medio de la
implementación del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Muchos aún recuerdan que en la década
del ochenta se realizó un proceso de paz en Colombia, que derivó en que los
miembros de la guerrilla dejaran las armas y se sumaran a la vida política. En
aquel momento, los ex guerrilleros crearon el partido Unión Patriótica (UP), y
en las elecciones de 1986 obtuvieron catorce cargos parlamentarios, diecisiete
diputados provinciales y 135 concejales. La respuesta de la derecha y sus
grupos paramilitares fue sanguinaria. En corto tiempo, más de 5 mil miembros de
la UP fueron asesinados, entre ellos dos candidatos a presidente: Jaime Pardo y
Bernardo Jaramillo.
Dos preguntas flotan en el aire: ¿Qué
seguridad le puede garantizar el Gobierno a los guerrilleros cuando se
reinserten en la vida política, si en este momento asesinan a un dirigente cada
dos días? ¿Hasta cuándo el gobierno del premio Nobel de la Paz, Juan Manuel
Santos, va a mirar para otro lado ante cada crimen del paramilitarismo?
El periodista y analista de política
internacional, Carlos Aznárez señaló a Política & Medios que “lo que
realmente ocurre es que ni al gobierno de Juan Manuel Santos, ni a la oposición
comandada por Álvaro Uribe Vélez les interesa la paz”.
“Santos tiene todas las herramientas
para que la Ley de Amnistía se cumpla, pero él se conformó con el Premio Nobel,
hizo un guiño a nivel internacional, pero nunca cumplió con esa primer y
fundamental meta”, remarcó.
Aznárez destacó que “otro tema clave es
el paramilitarismo. El gobierno de Santos no está haciendo nada para evitar las
acciones del paramilitarismo, las amenazas de muerte y los asesinatos. Lo que
se firmó en La Habana puede quedar en papel mojado si esto sigue así. Las
FARC-EP han demostrado su voluntad de paz, pero el Estado no y, por supuesto,
el sector que ha demostrado que no la tiene es el uribismo”.
Por último, Aznárez afirmó que “para que
un acuerdo de paz funcione hay que tener a la gente en la calle todos los días.
Lo único que puede remplazar a las armas es la movilización popular”.
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