domenica 3 gennaio 2016

Cuba/USA- Blocco, diritti umani e la perversione mediatica / La perversión mediática del quid pro quo en el diálogo


José Manzaneda, La Pupila insomne -31 dicembre 2015
Pochi giornalisti nella grande stampa scritta spagnola superano in arroganza, ignoranza e odio per la  Rivoluzione Cubana la redattrice del giornale ABC Carmen Muñoz, che in un recente articolo analizza il processo di dialogo che da un anno si svolge fra Cuba e USA, con una conclusione esplicita: "I passi fatti da Obama per ridurre le restrizioni non hanno avuto un’adeguata risposta da parte di Castro”.
ABC difende così la cosiddetta diplomazia del  "do ut des", che Cuba dovrebbe praticare come stanno facendo –ci si dice- gli Stati Uniti. Però questo schema nelle negoziazioni si applica solo nelle relazioni internazionali equilibrate, simmetriche. Quali sanzioni, quale blocco impone Cuba alle imprese o ai cittadini statunitensi? Quale territorio è occupato -quale “Guantánamo”- da parte di Cuba negli Stati Uniti? Con quanti milioni Cuba finanzia i media, i partiti o i candidati  "dissidenti" negli Stati Uniti per imporvi un ordine costituzionale socialista?
La tesi di ABC è quella dell'estrema destra, la più ossessiva: gli USA dovrebbero allentare l’assedio economico sulla popolazione solo se il Governo cubano cambia l’ordinamento politico interno:
 "Il più grande ostacolo –scrive la giornalista Carmen Muñoz- sta nell’insistenza di Castro nell’affermare che il Paese non rinuncerà mai ai suoi principi e ai suoi ideali, mentre Obama riafferma  noi difenderemo sempre i diritti dell’uomo e i valori universali che stiamo difendendo nel mondo intero.”
Molto evidente: il regime che ha invaso o attaccato 149 Paesi, che ha oggi la più grande popolazione carceraria del mondo, che ha praticato la tortura legalizzata negli ultimi anni, il Paese in cui la polizia ammazza 2 persone al giorno e in cui 125 persone muoiono giornalmente perché non esiste una sanità pubblica... non solo ha la monumentale sfacciataggine di presentarsi come il protettore dei diritti umani a Cuba ma dispone anche di un esercito di giornalisti mercenari nel mondo intero -come la suddetta Carmen Muñoz- che ripetono le sue fandonie e difendono le sue barbare azioni. (…)
Finché i media spagnoli continueranno ad essere di proprietà del grande capitale –banche, immobiliari, ecc.- giornalisti come Carmen Muñoz continueranno a riportare all'opinione pubblica, acriticamente, un messaggio perverso: che gli Stati-Uniti hanno il diritto d'intervenire nella politica di Cuba e di altri Paesi del mondo. Tutto continuerà uguale finchè non esisteranno leggi che proteggano il diritto alla comunicazione per coloro che, proprio perché denunciano tutto questo, continuano a soffrire la censura sulle proprie opinioni.
Esiste una forza politica in Spagna con coraggio sufficiente per affrontare questa questione?

La perversión mediática del quid pro quo en el diálogo Cuba-EEUU.

 

Por José Manzaneda

Pocos periodistas en la gran prensa escrita española superan la arrogancia, ignorancia y odio contra la Revolución cubana de la redactora del diario ABC Carmen Muñoz (1). En un reciente texto, titulado “El embargo y los derechos humanos, los grandes obstáculos de las relacionesCubaEEUU”, analizaba dicho proceso de diálogo, que acaba de cumplir un año (2). Con una conclusión explícita: “Los pasos de Obama para relajar restricciones no han tenido la respuesta correspondiente de Castro”.
El ABC hacía así una defensa de la llamada diplomacia “quid pro quo” –es decir, ceder para obtener cesiones- que Cuba debería practicar, como lo está haciendo –nos dice- EEUU (3). Pero este esquema negociador se aplica solo en relaciones internacionales equilibradas, simétricas. ¿Qué sanciones –qué bloqueo- impone Cuba a empresas o ciudadanos estadounidenses? ¿Qué territorio ocupado –qué “Guantánamo”- tiene Cuba en EEUU? ¿Con cuántos millones financia Cuba a medios de comunicación, partidos o candidatos “disidentes” en EEUU para imponer un orden constitucional socialista (4)?
La tesis del ABC es la de la ultraderecha más rancia: EEUU solo debería aflojar el cerco económico a la población de la Isla, si el Gobierno cubano cambia su ordenamiento político interno. “El mayor obstáculo –nos dice la periodista Carmen Muñoz- es la insistencia de Castro en que su país `no renunciará a (sus) principios e ideales (…)´, mientras Obama reitera: `siempre defenderemos los derechos humanos y los valores universales que apoyamos en todo el mundo´”. Es obvio: el régimen que ha invadido o atacado 149 países, que tiene hoy la mayor población carcelaria del mundo, que ha practicado de manera legal la tortura en los últimos años (5), cuya policía da muerte a dos personas al día (6), y donde 125 personas fallecen –también cada día- por no existir un sistema gratuito de salud pública… no solo tiene la monumental caradura de presentarse como el valedor de los derechos humanos en Cuba. Además, cuenta con un ejército de periodistas mercenarios en todo el mundo –como Carmen Muñoz- que repiten sus mentiras y defienden sus barbaridades.
Para ello, esta redactora cita a “observadores” o “analistas”, una suerte de jueces imparciales anónimos. Nos dice, por ejemplo, que en el diálogo hay “mejor voluntad por parte estadounidense que cubana, (según) coinciden distintos observadores”. O que “distintos analistas consideran al régimen (cubano) como único responsable de la situación económica del país y el embargo una excusa para su inmovilismo”. Y cuando conocemos el nombre de estos “analistas”, todos –sin excepción- son representantes del establismenthbipartidista estadounidense (7). Aunque siempre con una clara preferencia: la ultraderecha militarista de Miami. Es el caso de Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, sufragado –igual que la “disidencia” cubana- con millones de dólares de los fondos federales (8), y que defiende a ultranza el poderío militar de EEUU en el mundo (9). Mientras los medios españoles sigan siendo propiedad de los grandes capitales –bancarios, inmobiliarios y de otros sectores- periodistas como Carmen Muñoz seguirán llevando a la opinión pública –sin oposición alguna- un mensaje perverso: que EEUU tiene derecho a intervenir en la política de Cuba y de otros países del mundo (10). Todo seguirá igual mientras no existan leyes que amparen el derecho a la comunicación de quienes –precisamente por denunciarlo- siguen sufriendo la censura de sus opiniones (11).

¿Habrá alguna fuerza política española con la suficiente valentía para encarar, de una vez por todas, este debate?

coordinador de Cubainformación



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